Daniel Norambuena comenzó a temprana edad, a final de la década de los 80, a emprender en diversos negocios en la isla de Chiloé que le llevarían a participar indirectamente del comienzo de la aún incipiente industria salmonera chilena. Eventualmente, prestó servicios marítimos y submarinos a la misma, desde los primeros años del nuevo milenio por los subsiguientes 15 años. Mientras, su único hijo varón, a mediados del año 2014 egresaba de la carrera de ingeniería civil industrial en la ciudad de Puerto Montt.

En así como, en el corazón de un padre, Daniel Norambuena, surge una convicción inconmovible: Dios seguiría proveyendo para su familia como lo había hecho hasta ese entonces, pero que en el futuro por venir, lo haría a través de los esfuerzos de su hijo, Éliack, a quien un día diría: “hijo mío, Yiré es el nombre de la empresa que quiero que tú lideres y esta será el instrumento que Dios usará para proveer para nuestra familia”.

Es así como, un 11 de julio de 2018, Éliack Norambuena constituye Yiré Marítimos y Submarinos, una empresa familiar, fruto de la visión, esfuerzo, postergación y fe de su padre, pero que ahora, sobre los hombros de los años de experiencia de Daniel, llevaría a nuevos horizontes con la ayuda de un equipo profesional interdisciplinario.

Un día, ya habiendo asumido el liderazgo de la empresa, Éliack dijo a su padre: “Quiero llegar a dirigir esta empresa de tal manera, que no te preocupes de cosa alguna sino del pan que comes”.

Éliack Norambuena, hasta este día, procura liderar la empresa para cumplir aquel deseo expresado a su padre y para corresponder, aunque con imperfectos esfuerzos, la gran misericordia de Dios expresada en su diaria provisión.